GUADALAJARA.- Más de tres cuartos de entrada registró El Nuevo Progreso.
En este marco, el diestro Diego Silveti tuvo una gran actuación que le llevó a rozar la puerta grande.
Con su primero cuajó una labor importante de principio a fin en la que destacó su toreo de capa. Fue prendido de fea manera, sin sufrir graves consecuencias.
Su faena de muleta hizo que sonara la música en el coso tapatío. Silveti aprovechó las condiciones del astado sobre todo por el lado derecho.
Pudo haber cortado las dos orejas, pero para su mala fortuna no anduvo acertado con el acero y todo quedó en una clamorosa vuelta al ruedo.
Con el que cerró plaza, Silveti apostó por todas desde el inicio, sin embargo, el astado que era serio de cara, se regresaba rápido por los vuelos del capote.
Con la muleta trazó una interesante faena que le valió para ser ovacionado.
El primero de Fermín Rivera fue devuelto a los corrales por falta de fuerza. El sobrero poco se prestó para el lucimiento y el potosino cumplió.
El quinto de la tarde tampoco funcionó. Aún así, dejó muestras de su clase.
Abrió plaza el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, quien tuvo como balance, palmas y silencio.
