El rejoneador Emiliano Gamero integró cuatro equinos a su cuadra. “Presagio”, “Pólvora”, “007” Y “Hechicero”, son los cuatro caballos que se han sumado a la cuadra del rejoneador capitalino Emiliano Gamero, quien no deja de trabajar para renovar y mantener su cuadra.
“Presagio”, “Pólvora” y “007” debutaron el pasado domingo en la plaza de Papantla, Veracruz, donde Gamero, cortó cuatro orejas. “Presagio”, es un caballo de capa Isabelina, de raza lusitana de nueve años de edad, y es utilizado para el último tercio. Es un caballo muy valiente y con gran carisma, galopa templando la embestida del toro llevándolo desde el pecho hasta la grupa, permitiendo al jinete quedar siempre cerca del morrillo, para ejecutar la suerte de matar, esto sin dejar que el toro lo toque. Por su elegancia también lo usara para partir plaza. El caballo procede de la Cuadra El Encuentro.
“Pólvora”, es un bayo lobo, también de raza lusitana de siete años de edad, este caballo lo usa de salida. Su nombre lo dice todo, es un caballo que trasmite gran poder y fuerza y parece que juega con las embestidas, se va de poder a poder meciéndose y se deja los pitones muy en el pecho dando el sitio perfecto para clavar los rejones. Este caballo procede de la Cuadra Argüelles
“007”, es de capa castaña, también lusitano, el cuenta con once años de edad y cubrirá el segundo tercio. Es un caballo chaparrito pero con un gran corazón y un gusto por torear excepcional ya que se va de frente batiendo en la cara, hace las gamerinas, las piruetas, y la reverencia. Es un caballo que trasmite gran poder además de ser muy expresivo. Procede de la Cuadra La Moraleja.
“Hechicero”, es grullo de capa, de raza lusitana y de apenas cuatro años, también será usado para el tercio de banderillas Es un caballo muy similar a “Cassanova”, reta mucho a los toros y los lleva cocidos en ambos lados se va de poder a poder para ejecutar quiebros con gran calidad y también siempre queriendo comerse los pitones. Hace gamerinas y piruetas muy ceñidas. Este caballo también de La Cuadra El Encuentro.
