* Para ver las fotos de ADARBO, click aquí: La Petatera
VILLA DE ÁLVAREZ, Colima. Lunes 15 de febrero.- Luego de la declaración que suscribieron y los comprometió a ser municipios hermanos, el colimense de Villa de Álvarez y el aquicalidense de Jesús María, sus alcaldes respectivos, Yulenny Cortés León y José Antonio Arámbula López, a través de la gestión del matador de toros Jorge Mora y su empresa “Toros y Turismo” se ha estudiado, analizado y evaluado el plan de trabajo para que el emblemático y legendario coso taurino villalvarence “La Petatera” pueda ser sacado de su tierra para que se traslade a Jesús María con la intención del montaje de tres corridas de toros de postín dentro de las actividades de la Feria de los Chicahuales 2016 en el mes de julio próximo y donde precisamente estará como invitado especial el municipio de Villa de Álvarez.
Sin embrago, en breve plática que tuvimos con la alcaldesa Cortés nos indicó que habría que esperar a que termine la Feria de Villa de Álvarez para que los representantes de las 70 familias que resguardan toda la estructura de la plaza, encabezadas por doña Sirenia, desmonten el coso y entonces empezar a hablar con cada uno de ellos, conversaciones que por cierto ya comenzó el propio diestro retirado Jorge Mora, quien sin duda tiene una ardua tarea. Y por su parte, el presidente municipal jesusmariense Arámbula López, de manera igualmente breve, nos comentó que ya tiene visualizados los terrenos donde se podría colocar la plaza.
Pero ¿cómo es la famosa plaza de toros “La Petatera”?
Bueno este mueble taurómaco está localizado en el mencionado municipio colimense. Es una plaza de toros que es montada y desmontada cada año en el mes de febrero a partir de materiales como maderas, petate e ixtle, y procesos regionales que tienen más de 159 años de tradición en esta entidad federativa.
Sus antecedentes tienen origen en una profunda tradición religiosa. Se cuenta que cuando en el siglo XVII, a partir de 1658, el pueblo de Colima arruinado por los temblores decide ponerse bajo la protección de San Felipe de Jesús haciéndolo su santo patrón a quien a partir de entonces consagran cada año a principios de febrero las fiestas religiosas y paganas entre las que se encuentran, por supuesto, las corridas de toros.
Por lo tanto, el coso “La Petatera” es una obra realizada con tecnología indígena, es decir, que es el resultado de todas las épocas, porque ha evolucionado desde los tiempos en que era una palizada colocada en el centro de la ciudad de Colima hasta su conversión en un coso con la capacidad de albergar hasta 5 mil personas.
Se trata sin duda de una obra arquitectónica inteligente, dotada de una estructura flexible, ingeniosa y eficiente para la zona sísmica. La estructura es un esqueleto entretejido y amarrado en perfecta armonía y provisto de gran estabilidad estructural la cual es viable con un bajo costo cíclico de construcción.
Está formada básicamente por un entramado de madera de varios tipos de los que se dan en la región y de acuerdo a las características del sistema, ya sea para absorber esfuerzos de tracción a través de polines y largueros como para transmitir las fuerzas de compresión al terreno mediante horcones. Este sistema estructural se une entre sí con cordeles y sogas de ixtle.
El levantamiento del coso entonces, que tarda cerca de seis semanas, se inicia una vez que se ubica el centro del terreno y se traza el círculo que define al ruedo, mismo que tiene un diámetro de 70 metros y la superficie construida está cerca de los 3 mil metros cuadrados. El área de graderías, construidas también en madera, tiene un espacio de 2 mil metros cuadrados, están divididas en 70 secciones o tablados, los cuales pertenecen a 70 concesionarios distintos que son los que almacenan, construyen y posteriormente desmontan la estructura.
El conjunto arquitectónico de la plaza de toros “La Petatera” se complementa con la zona de corrales, construida con los mismos principios del coso. Las sombras (techos) representan el sistema complementario de la plaza y consisten en la cubierta que se prepara con enjaules de otate, todos con el mismo ancho pero de diferentes longitudes, las que se conocen como sombras largas y sombras cortas. Sobre estos enjaules se cosen los petates con mecate y agujas de aria.
Las faldas por su parte, son la cubierta de la plaza, las que están hechas de petate y se colocan en la parte baja de las gradas así como en las escaleras de cada una de las plateas. Para realizar esta obra, cada concesionario de tablado aporta cinco horcones, cinco soleras, tres latas largas, tres cortas, docena y media de tablas para platea, los asientos y los estribos, media docena de trancas para el ruedo, cuatro docenas de petates y seis sogas para amarrar.
De esta manera, el maestro de la obra define si la condición de los materiales es aceptable o no, en caso contrario deberá proporcionarlos nuevos. El concesionario contrata a los tabladeros por una cantidad fija que incluye el montaje, la terminación, el mantenimiento durante las fiestas así como el desmontaje final, entonces recoge el material en el sitio para llevárselo a guardar el resto del año y protegerlo en algún rincón de su propia casa. Cabe resaltar que la plaza, pese a su construcción, nunca se ha derrumbado.
Actualmente la plaza de toros se encuentra ubicada en terrenos destinados para la festividad anual y que constan de una hectárea para su edificación en la carretera hacia Minatitlán, a 500 metros del Panteón Municipal. “La Petatera” colinda al sur con la colonia de los Burócratas, al oriente con la colonia Villa Providencia y al norte con la colonia La Rinconada. La capilla del patrón San Felipe de Jesús está localizada en la colonia Del Llano.
Finalmente la plaza villalvarence, que tiene su similar en la Monumental Artesanal de Tizimín, Yucatán, fue designada igualmente Monumento Artístico Nacional por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el mes de diciembre de 2007 y forma parte del Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial de México del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), además de que en julio de 2013 este emblemático y único escenario taurino “La Petatera” se declaró Patrimonio Cultural del estado de Colima según el Internacional Bureau of Cultural Capitals (IBOOC), recordando también que de forma reciente en el mismo estado la Fiesta de los Toros ya fue blindada como Patrimonio Cultural Inmaterial.