Columna ALTERNATIVA: Ellos cumplen… ¿y nosotros?

Ellos cumplen… ¿y nosotros?

Por Gustavo Mares

La temporada Soñadores de Gloria en la Plaza México, que forma parte del ambicioso Certamen Nacional de Novilladas, inició con fuerza en el coso más grande del mundo.

Se han celebrado tres festejos, dos con varilargueros y uno, sin ellos. En el rubro de los carteles con picadores ya hay cuatro chavales que mostraron aptitudes y cortaron orejas. En orden de actuación André Lagravere, José María Hermosillo, Francisco Martínez y José Sainz.

Hay que aclarar, en honor a la verdad, que los otros dos novilleros que actuaron con los montados y que no pudieron cortar orejas, también dejaron un gratísimo sabor de boca. Ellos fueron José María Pastor y Manuel Gutiérrez.

El mérito de los jóvenes toreros que ‘tocaron pelo’ en la México es mayúsculo, no sólo por el hecho en sí de cortar una oreja en el coso más grande del mundo, pese a que hay voces que desde la comodidad de un sillón y a través de las redes sociales critican ‘a diestra y siniestra’ todo lo que acontece en el ruedo. Hay quienes muestran su frustración con los triunfadores y hacen juicios ácidos sin ni siquiera leer una crónica. Les basta con ‘echarle un ojo’ al encabezado y de ahí se arrancan ‘como hilo de media’ para despotricar.

Pero la realidad es diferente. El criterio de un juez de plaza podrá coincidir o no con los aficionados, pero de ahí a ‘regalar’ trofeos hay un trecho muy grande. En la carrera de torero nadie regala nada. Eso es muy claro y lo saben los que visten de luces.

Ahora mismo, el panorama taurino para las filas novilleriles es atroz. Hay pocos festejos menores y en algunos de estos, los chavales participantes tienen que pagar su novillo. Agregue que los tiempos cambian y hogaño, quien sueña con ganarse la vida vestido de luces debe tener un ‘plan b’ porque son muchos los llamados pero pocos los elegidos que pueden vivir del toro.

Si la de torero es -per se- una carrera muy difícil, en estos tiempos modernos lo es todavía peor por la incomprensión generalizada de la tauromaquia.

Así pues Lagravere, Hermosillo, Martínez y Sainz son en su incipiente andadura taurina, una especie de ‘sobrevivientes’ que antes de presentarse en la México y triunfar, tuvieron que sortear muchos obstáculos y ver cómo muchos de sus compañeros se quedaron en el camino.

Hermosillo actuará el domingo en la México. Ojalá que los otros tres novilleros repitan pronto en la monumental pero además, qué bueno sería que las empresas de provincia tengan el tino de saberlos programar para que vayan adquiriendo oficio. No hay que olvidar que ‘la práctica hace al maestro’.

Pero no todo depende de las empresas y los toreros. Los aficionados  -nosotros que nos ponemos furiosos cuando un político de cuarta pretende prohibirnos este espectáculo tan maravilloso y al mismo tiempo estilo de vida- debemos hacernos sentir en las plazas de toros.

Con contadas excepciones como la afición yucateca o aguascalentense, en el resto del país tal pareciera que nos conformamos con estar tumbados en un sillón criticando ‘sin ton ni son’, pero jamás haciendo acto de presencia en la plaza de toros. Así no vale.

La fiesta brava atraviesa por uno de los momentos más álgidos de su historia, en España y México las buenas entradas cada día son menos frecuentes y los ataques van en aumento. Pese a todo ello, todavía hay chavales que quieren arriesgar su vida y su futuro en aras de lograr un sueño.

Hoy, cuando a la mayoría de los jovencitos los defienden sus ‘papis’ del bullying o porque un amiguito los vio feo, estos chavales -de la misma edad- tienen los tamaños suficientes para ser muy hombres, ‘Soñadores de Gloria’ como reza el título de la actual campaña en la Plaza México, y luchan por sus ideales y sus metas, valores que en esta época ‘fast track’ se están perdiendo.

Los toreros están cumpliendo en el ruedo; nosotros tenemos que hacerlo en los tendidos.

Para finalizar, la pregunta de la semana: ¿Alguno de los cuatro novilleros triunfadores de la México será la futura figura del toreo que nuestro país necesita?