*Fotos de Ángel Sainos
El diestro Antonio Mendoza se alzó como el triunfador del festejo celebrado en la Plaza La Florecita, luego de cortar dos orejas, tarde en la que sostuvo un emocionante mano a mano con Gerardo Rivera, quien logró un apéndice.
En esta corrida se llevó a cabo un concurso de ganaderías, que ganó el burel de Rosas Viejas.
Al término de la función, el michoacano Mendoza salió a hombros. Además, ganó un traje de luces nuevo, así como cinco contratos en los escenarios que manejan los organizadores que en sociedad montaron el serial en La Florecita.
En el renglón ganadero fue Fernando Topete, quien recibió el premio de cien mil pesos que estaba en disputa.
El bonito escenario de Ciudad Satélite registró un lleno ‘sin apreturas’.
Al término del paseíllo se rindió un emotivo homenaje a la memoria del diestro Rafael Sandoval, recientemente fallecido. La Asociación de Matadores entregó sendos reconocimientos a Sergio Hernández Cossío, Sergio Hernández Weber, José Luis Alatorre, Xavier Llarena y Víctor Pastor, organizadores del serial.
ANTONIO MENDOZA
El diestro purépecha Antonio Mendoza enfrentó en primer lugar un toro de San Isidro, bien presentado pero débil y con nula transmisión. De los cuatro, fue el menos ‘potable’ para hacer el toreo.
El michoacano no se arredró y se puso delante del morito al que con base en insistir pudo pegarle muletazos que el público le aplaudió.
Desafortunadamente se puso pesado con los aceros y todo quedó en palmas tras un aviso.
El segundo de su lote sería a la postre el mejor del festejo. De la ganadería de Rosas Viejas, el burel hizo una salida por derecho. Acometía con bravura a los burladeros donde le citaban.
El picador ‘El Miura’ se lució en el tercio de varas. Por tratarse de un concurso de ganaderías, los toros fueron puestos en la jurisdicción del hombre del castoreño un par de veces, lo que propició un interesante duelo en quites.
En el tercio final, Mendoza aprovechó las enrazadas embestidas del burel jalisciense con el que se recreó en muletazos por ambos lados que la afición le coreó. Poco a poco el burel perdió fuerza y Mendoza decidió oficiar con los aceros, lo que logró al primer viaje para que los aficionados, pañuelo en mano, solicitaran los trofeos que la autoridad otorgó.
Mendoza llegó a La Florecita aún con las costuras de la cornada que, en este mismo escenario, sufrió en la pierna derecha la semana pasada. Su decisión, al final del día, le trajo halagadores resultados.
GERARDO RIVERA
El tlaxcalteca Gerardo Rivera se fue con decisión a portagayola para recibir al primero de su lote, de la dehesa de La Concepción. Fue un momento lleno de emoción. El burel salió como ‘locomotora’ y el de Apizaco aguantó la acometida. El pitón izquierdo pasó a escasos milímetros del cuello de Gerardo.
Se incorporó y toreó con cadencia a la verónica, el lance fundamental del toreo. Después de consumar la suerte de varas y a petición popular, Gerardo cubrió el segundo tercio.
El morito llegó con la fuerza muy medida al tercio final, lo que Rivera comprendió. Entre tanda y tanda hacía una pausa para que el toro se recuperara. El tlaxcalteca estuvo empeñoso y aprovechó las acometidas del de La Concepción, al que pasaportó de una estocada honda.
El juez le concedió una oreja, la primera del festejo.
El segundo de su lote, de Xajay, hizo concebir esperanzas. Acometía con bravura a los burladeros y los capotes. Pero pronto, no bien habían pasado apenas unos minutos de su salida a la arena, el público comenzó a silbar y es que el astado tenía flojo el pitón izquierdo. El juez lo devolvió a los corrales, pero antes, en un derrote, el toro perdió el cuerno que cayó a la arena.
Fue sustituido por uno de Santo Tomás, bien presentado, con tipo de toro español, que resultó débil y mirón. Gerardo no se acomodó. Palmas tras un aviso.
AFORTUNADO DEBUT
Durante el festejo en La Florecita, debutó como cronista taurino Fernando Rosique, quien en compañía de Gustavo Mares, transmitieron la corrida por radio, a través del 1530 de am, Éxtasis Digital. La transmisión tuvo buena respuesta de parte de los aficionados.
