Fandiño, mi primer pensamiento: ‘El Galo’

El matador de toros yucateco Andrés Lagravere ‘El Galo’ se recupera de la dantesca cornada que sufrió el pasado lunes mientras actuaba en Tecolotlán, Jalisco, donde el primero de su lote lo cogió de fea manera al torear de capa. El burel se cebó con el torero y durante algunos segundos, que se hicieron eternos, lo trajo entre los pitones.

Le pegó una cornada penetrante de tórax y otra cornada de varias trayectorias en el muslo izquierdo. Las imágenes del percance, que circula en la red, traen a la memoria uno de los momentos más escalofriantes de la tauromaquia: La cornada que sufrió Iván Fandiño en junio de 2017, mientras actuaba en el coso galo de Aire-Sur-l’Adour.

Afortunadamente, la Divina Providencia se hizo presente en el escenario jalisciense y el torero vivirá para contarlo. Por increíble que parezca, el diestro del sureste ya dio sus primeros pasos en el hospital Country 2000 en Guadalajara, a donde fue ingresado tras el percance.

 

LA EXPRESIÓN

Había mucha tensión por la forma en que fue prendido y además, porque no podía respirar bien. En su camino a la ambulancia la expresión del torero era impactante, porque aunque pretendía no transmitir emoción alguna era clara esa lucha interna que sólo los toreros heridos han librado.

‘Mi primer pensamiento en cuanto sentí que entró el pitón fue el recuerdo del matador Iván Fandiño. Intentaba estar tranquilo, pero tienes esa incertidumbre de no saber la gravedad de la lesión y mucho menos desconocer si pudiera aguantar a recibir el servicio médico’, comenta el propio Lagravere, quien abandonó terapia intermedia para ocupar una habitación de piso.

‘Pero soy franco, sin duda tengo grabado el momento en que caí y sentí cómo me empitonó. Me fue imposible no traer a la memoria el recuerdo del matador Iván Fandiño, porque sentí cómo me hirió el toro’, agrega el valiente torero yucateco.

‘Desde que me desvistieron procuré estar sereno. Siempre intenté mantener la serenidad y la frialdad para estar tranquilo’, recuerda.

 

LA CLAVE

Sobre sus pensamientos en el traslado de la enfermería de la plaza a la ambulancia, André Lagravere, apunta: ‘Intentaba analizar lo que estaba sucediendo en mi cuerpo, y comprender el dolor que estaba sintiendo, creo que eso fue clave para poder aguantar el dolor sin complicaciones durante las dos horas que duró el trayecto al hospital en el que me fui sin un solo sedante o analgésico’.

Comenta que antes de volver a vestir el terno de luces deberá estar al ciento por ciento: ‘Mi ilusión es reaparecer pronto. Sin dudarlo, estar lo más pronto posible para estar al ciento por ciento y poder reaparecer. Pero todo se irá viendo conforme la evolución’.

 

VISITAS

 

El diestro André Lagravere ‘El Galo’ evoluciona de manera favorable de las dos cornadas que sufrió el pasado lunes en Tecolotlán, Jalisco, y fue ubicado en una habitación de piso, tras abandonar terapia intermedia.

El yucateco fue evaluado de la herida del tórax a la que se le vio buen aspecto por lo que decidieron retirarle los drenes. La irrigación del muslo izquierdo también resultó favorable. Más tarde lo pondrían a caminar.

Ya en piso, el torero convaleciente recibió la visita de los diestros Manolo Tirado y Sergio Flores.

De continuar la recuperación viento en popa André podría abandonar este día el sanatorio.