Reaparece Gilio en Madrid con poca fortuna

Juan Roncero, corresponsal

El novillero albaceteño José Fernando Molina debutó con el pie derecho en Las Ventas de madrid, donde abrió la Puerta Grande que se ganó a ley por dos faenas en las que dejó de manifiesto que en él puede haber un diestro importante.
En contra parte, al novillero mexicano Arturo Gilio, quien reapareció luego de la grave cornada que sufrió en la Feria de San Isidro, le tocaron dos bureles complicados.
Ante floja entrada se lidiaron novillos de Los Chospes y Torrealba, desiguales de presentación, muy justos de trapío los tres primeros y más aparentes los otros, y de juego variado. Antonio Grande, al tercio y silencio; José Fernando Molina, oreja y oreja; Arturo Gilio, silencio en su lote.
El mexicano Arturo Gilio enfrentó en primer lugar un burel escurrido de carnes y poca clase. Un astado con poca transmisión a los tendidos. Ese novillo fue con el que regresó al ruedo del percance que sufrió en Las Ventas. Anduvo con ganas pero sin poder resolver en lo artístico.
El sexto tampoco fue gran cosa, y aquí Gilio anduvo aseado en una faena pulcra y de poco eco en los tendidos.