Comparten Roca Rey y Gutiérrez salida a hombros

Texto y foto: Guillermo Espinosa

GUADALAJARA, Jalisco.- Gran ambiente se vivió desde la hora del sorteo celebrado en la Plaza El Nuevo Progreso, que por la tarde registró más de tres cuartos de entrada en tarde calurosa, pero agradable.

Se lidiaron toros de Jaral de Peñas, muy bien presentados y que dieron juego desigual. Destacó por mucho el toro jugado en tercer lugar, de nombre ‘Pontífice’, que a la postre merecería el alto honor del indulto.

Fue una tarde triunfal en la que el peruano Andrés Roca Rey y el hidrocálido Héctor Gutiérrez compartieron una clamorosa salida a hombros.

Abrió plaza el valiente queretano Octavio García ‘El Payo’, quien pechó con el lote complicado. En su primero fue abroncado, en tanto que tras lidiar al cuarto del festejo tuvo silencio.

El enrazado diestro peruano Andrés Roca Rey mantiene el paso triunfal durante su periplo mexicano y este domingo en la capital del estado de Jalisco firmó dos faenas emocionantes, que le redituaron en el corte de tres orejas.

Con el segundo de la tarde, el andino anduvo firme y pisó terrenos comprometidos. Tras espadazo certero desorejó al burel.

Con el que salió en el lugar de honor, el torero sudamericano recibió merecido apéndice.

El hidrocálido Héctor Gutiérrez no desaprovechó la oportunidad. Le tocó en primer lugar ‘Pontífice’, bonito y serio astado herrado con el número 174, un cárdeno oscuro y cornidelantero, de casi media tonelada de peso, que fue bravo y noble.

El joven matador de toros de Aguascalientes se percató de las buenas condiciones del burel en cuanto se abrió de capa. Se recreó en su versión de la verónica.

Con la muleta, Gutiérrez no escatimó recursos y se jugó la vida sin miramientos. Lo mismo de pie, que de hinojos, emocionó a los aficionados, que comenzaron a blanquear los tendidos para pedir el perdón a la vida del toro de Jaral de Peñas. El juez en turno cedió y concedió el indulto.

Héctor Gutiérrez dio triunfal vuelta al ruedo en compañía del ganadero.

En el que cerró plaza, el aguascalentense cortó un apéndice.

Al término de la función el peruano y el mexicano fueron izados a hombros.