Foto: Guillermo Espinosa
GUADALAJARA.- El arte quedó de lado en la penúltima corrida del año en la Plaza de Toros “Nuevo Progreso”, pero compensó el festejo con faenas de valor que dejaron algunos momentos gratos en los tendidos.
Sin embargo, el estilo tremendista de José María Hermosillo fue retribuido con una oreja en el toro de regalo, la cual fue protestada por un sector de la afición que argumentó los pinchazos que había dado el matador y que debían dejarle sin trofeos.
Pese a esto, el diestro que había sido cogido del muslo izquierdo, dio la vuelta al ruedo y salió del coso tapatío con el apéndice para proclamarse como el único en tocar pelo del ruedo tapatío.
Antes, Hermosillo había logrado algunos buenos pasajes con su lote, pero las fallas con la espada lo privaron de trofeos.
La tarde inició con el rejoneador español Andy Cartagena, que lidió astados de “La Estancia”, del que destacó el segundo de nombre “Cafetero”, al que pudo cuartear y colocar banderillas para emocionar a los presentes. Malogró con el rejón y se fue en silencio. Cabe destacar la presencia de los forcados “Amadores de México”, que sólo pudieron aparecer en el segundo toro de Cartagena.
Por su parte, Miguel Aguilar, pudo cortar una oreja al tercero de la tarde, “Impaciente”, al que cuajó principalmente por el lado derecho, pero la espalda le privó de cortar la primera de la tarde.
Con el segundo de nombre “Guapo”, Aguilar no pudo entender la embestida y exhibió su falta de oficio al finalizar muy pronto la faena y matar de una estocada certera, pero con sinsabores que lo despidieron en silencio.
Los toros de Santa Inés carecieron en su mayoría de transmisión y perdieron fuerzas en el último tercio.
La Plaza “Nuevo Progreso” tendrá que esperar 14 días para volver a abrir sus puertas con la última corrida del año, programada para el 27 de noviembre, y en la cual contará de nueva cuenta con rejoneo por parte del portugués Diego Ventura.