Sendas orejas a El Conde y Valadez

Texto Emilio Méndez / Foto: Guillermo Espinosa

GUADALAJARA.- Ante poco menos de media entrada en el coso Monumental Nuevo Progreso, en tarde de agradable clima, se dio la primera corrida para celebrar los aniversarios, CDLXXXI de la fundación de la ciudad y, LVI, de la plaza. Los triunfadores fueron Alfredo Ríos ‘El Conde’ y Leo Valadez al cortar cada uno un apéndice. Su alternante, el europeo Sebastián Castella, saludó desde el tercio.

Por la puerta de toriles salieron ocho bureles, siete de la dehesa guanajuatense de De la Mora, uno de ellos como sustituto del segundo, que fue devuelto a los corrales por una rigorista falta de presencia. Buenos resultaron el quinto y el sexto, complicados fueron el primero, el citado reserva, el tercero, y uno, también reserva, de Boquilla del Carmen, que sustituyó al despitorrado cuarto, de muy buen juego.

Alfredo Ríos ‘El Conde’, palmas y una oreja; el francés Sebastián Castella, palmas y al tercio; Leo Valadez, palmas y una oreja.

El local Alfredo Ríos vio regresar a los corrales al segundo de su lote por haberse despitorrado al rematar en un burladero. En su lugar salió el segundo reserva, llamado ‘Franciscano’, un ejemplar de Boquilla del Carmen, bravo, al que le dio una larga cambiada de hinojos y, de pie, jugó los brazos en templadas y sentidas verónicas.

Llevó el toro al caballo por chicuelinas caminándole, se hizo cargo del segundo tercio con lucimiento. Destacó un par al violín que le jaleó la gente. Con la franela, tras brindarle a la conocida taurina y altruista empresaria Tomasina Esformes, cuajó una faena que, empezó con muletazos de empaque y templanza. Hizo el toreo a la mexicana. Se ‘vació’ el torero y provocó que la gente se levantará de sus asientos. Sobresalió un desdén y naturales lentos de mano baja y gran calado. Cerró con ajustadas manoletinas para acabar de estocada bien colocada para cortar una oreja en medio de la entrega de su gente y, el toro, se le fue a la autoridad, pues fue muy bueno y merecía algún premio a sus restos.

El aquicalidense Leo Valadez, en el que cerró el festejo, ‘Inquebrantable’ de nombre, capoteó bien a la verónica y mejor quitó por zapopinas. Fuerte ovación al picador Alfredo Ruiz ‘El Miura’ por un buen puyazo.

Se lució Leo al cubrir el tercio de banderillas y, con la muleta, tras brindarle a su alternante Sebastián Castella, realizó una faena que comenzó cerrado en tablas para llevárselo ‘toreramente’ a los medios y así seguir cuajando pases de buena factura por ambos perfiles. Abrochó con luquesinas y concluyó de estocada en buen sitio para pasear una oreja.