El diestro Rafael de Alba dirá adiós a la profesión el 19 de marzo en el marco de la Feria de San José en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde alternará con el valiente queretano Octavio García ‘El Payo’ y la guapa colombiana Rocío Morelli para lidiar un encierro de Valparaíso. Por delante se anuncia al caballista cafetalero Andrés Rozo, quien estará acompañado por los Forcados de Pachuca.
El caso de Rafael de Alba es como el de muchos otros tantos toreros con gran afición y sobrado valor, que desafortunadamente no tuvieron un apoyo decidido durante los momentos álgidos de su paso como torero en activo.
Afincado actualmente en el Estado de México, De Alba, nació en el entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, el 5 de diciembre de 1966.
Se presentó en la Plaza México el 28 de diciembre de 1986. Aquella tarde enfrentó al astado ‘Sacabando’ de la ganadería de La Antigua. Alternó con Gustavo Jiménez y Paco Ramírez.
Sus buenas maneras le valieron para tomar la alternativa en un cartel de lujo, programado para llevarse a cabo el 9 de enero de 1999 en la plaza queretana de Ezequiel Montes, donde tuvo como padrino al legendario hidalguense Jorge Gutiérrez y como testigo al no menos importante Eulalio López ‘Zotoluco’, con el astado ‘Bernal’ de la ganadería de San Martín.
Durante su paso por los ruedos, el valiente Rafael de Alba ha sufrido once cornadas, algunas de mucha gravedad, además de doce fracturas.
Ha toreado alrededor de treinta festejos oficiales, aunque en centroamérica ha tenido oportunidad de sumar impotante número de fechas. ‘En Guatemala por ejemplo hacen espectáculos con toros de casta y media casta en los que habemos toreros, pero también personas que hacen otro tipo de espectáculos relacionados con ganado bravo o de media casta. Es duro esa es la guerra, pero además te traes un dinero que buena falta hace’, comenta el torero que luce fuerte y con gran vocación.