La invasión de calles, donde el comercio ambulante está desbordado por la complecencia de las autoridades capitalinas, ha dado pie a que comercios emblemáticos ubicados en el Centro Histórico cierren sus puertas, ya que no llegan clientes por lo dificil del acceso que también afecta a los trabajadores. Tal es el caso del Restaurante el Taquito Taurino, ubicado en la calle del Carmen, esquina Repúbica de Bolivia, con 107 años de tradición, ahora tendrá bajar las cortinas para siempre.
El restaurante que abrió desde 1917, don Marcos Guillén y su esposa Conchita, exhibe el amor a la fiesta brava de la época de oro, fotografias de famosos toreros, cabezas de toros, trajes de luces, banderillas.
A lo largo de su historia desfilaron por sus mesas y salones un inumerables actores, cantantes, deportistas, presidentes y políticos.
Ahí estuvo Marilyn Monroe, John F Kennedy, el Papa Juan Pablo II, Principe Carlos, María Félix, Pedro Infante, Jorge Negrete, Cantinflas, El Indio Fernández, entre otros personajes amantes del ambiente taurino.
En este tradicional lugar se realizó la boda María Félix y Jorge Negrete, fue sede de reuniones de José Clemente Orozco y Diego Rivera. A probar su tradicional comida mexicana se dieron cita los presidentes Adolfo López Mateos, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, lo testifican sus paredes, en diversos cuadros que adornan el local, propiedad de la familia Guillén.
En conferencia de prensa, la familia Guillén, Marcos, Rafael y los jóvenes Carla y Rafael (cuarta generación) denunciaron lo caótico que se ha vuelto esta zona de la capital, ya no se puede transitar porque banquetas y las calles están invadidas de comerciantes, «un desorden total como hace 30 años». Ni nosotros podemos entrar, ni los trabajadores ni los comensales tampoco.
Marcos y Rafael Guillén externaron su tristeza por tener que cerrar este restaurante, uno de los más antiguos de la capital mexicana, y ahora tendrán que cambiar de sede en la calle Miguel Noreña 25, colonia San José Insurgentes.
Pero ahora se volvieron presa del ambulantaje y el intestado y desordenado comercio hace imposible la movilidad en la zona, citaron.
Asimismo, lamentaron que las políticas de los gobiernos capitalinos son las responsables del cierre de negocios con gran tradición en el Centro Histórico.
Marcos Guillén, co-propietario del lugar expuso: “tenemos una invasión de indocumentados: cubanos, venezolanos, colombianos… les dan mercancía los ambulantes para que ellos la vendan e invaden la vía pública.
Además, agregó se vino a vivir a Palacio Nacional el Presidente de México, y la situación se volvió más complicada, porque a raíz de ello la gente de tránsito cierra las calles que ya no permiten llegar de alguna forma al restaurante y este problema se extendió a todo el centro. En términos generales, las malas políticas de los gobiernos en la capital han derivado en el cierre de muchos negocios”, acusó Guillén.
El restaurantero tuvo una caída de hasta 90% en el consumo, por lo que decidieron cerrar, para no afectar el empleo de sus trabajadores.
Su hermano, Rafael Guillén también comentó que partirán a la nueva ubicación donde llevarán el mismo concepto del restaurante que tiene más de 107 años de presencia en el país, pero con un toque de modernidad, pero con el mismo sabor.
Al frente de la cocina como chef y cargada será la encargada Carla Guillén, quien dará un toque de frescura y modernidad a los platillos pero conservando la tradición culinaria del lugar.
En tanto, Rafael Guillén hijo será la cuarta generación de la familia en tomar las riendas del lugar desde la parte administrativa, siempre guiados por su papá y tío.