El diestro queretano Diego San Román, quien recién tomó la alternativa en diciembre pasado en la Plaza México, suma cuatro tardes en nuestro país, todas en carteles de relevancia.
Este viernes sostendrá un importante compromiso en la plaza queretana de Provincia Juriquilla, donde alternará con los españoles Julián López ‘El Juli’ y Antonio Ferrera para lidiar un encierro de Carranco, ganadería propiedad de la familia De Villasante. Por delante se anuncia al rejoneador Emiliano Gamero, con toros de Los Encinos, dehesa propiedad del escrupuloso criador Eduardo Martínez Urquidi.
A este compromiso, el valiente queretano llega con la moral en alto, porque: ‘Alternar con toreros como Julián López y Antonio Ferrera me hace gran ilusión. Además de que es una responsabilidad y un reto que afronto con mucho gusto’.
ENRAZADO
Aunque reconoce la categoría de sus alternantes, San Román no se arredra y asegura que saldrá a pelearles las palmas ‘de tú a tú. A demostrar que no me achico’.
‘Aspiro a mantenerme en estos carteles y para lograrlo el único camino que queda es el de lograr el triunfo’, comenta San Román, quien este martes realizó labores de tienta en la ganadería hidalguense de Fernando de la Mora.
Por su lugar en el cartel en el que aparece como tercer espada, en tanto que ‘Juli’ fungirá como primer alternante, en caso de que el madrileño decidiera darle un segundo puyazo a alguno de sus toros el queretano tendría derecho, por reglamento, a hacerle un quite a ese toro, al respecto apunta con decisión: ‘Cómo me gustaría que eso sucediera para hacerles un quite. Creo que es una manera de demostrar que llegaste a la plaza dispuesto a darlo todo’.
A DISFRUTAR
Aunque sabe que es fundamental lograr el triunfo para mantenerse en los carteles de postín, el queretano no se presiona en ese sentido: ‘Salgo al ruedo a disfrutar y eso transmite a los tendidos. Cuando sales a cortar las orejas por hacerlo, no funciona. Sin embargo, cuando estás sintiendo lo que haces los aficionados se conectan contigo’.
Sobre el cambio del novillo al toro, comenta: ‘Sí resientes el cambio por la edad del toro y la del novillo. Siempre lidiar un toro, con la edad que debe de ser, implica mayor técnica. En el campo sientes mucho ese cambio, sobre todo cuando te llegan a echar por ejemplo toros de seis años. Experimentas embestidas diferentes’.
