Foto Angel Sainos
El diestro hidrocálido Diego Sánchez firmó la faena de la tarde en la Plaza México, donde aprovechó las embestidas del toro de Rancho Seco que le tocó en suerte. Corrió la mano con temple por ambos lados. De espadazo certero rubricó su labor para recibir las dos orejas, que paseó por el redondel en compañía del criador Sergio Hernández González.
Los restos de ‘Cacho’ merecieron los honores del arrastre lento.
Abrió plaza Juan Fernando, quien escuchó un aviso.
Juan Luis Silis se topó con el ‘hueso del encierro’ al que le buscó los lados. Concluyó su labor con toreó de aliño. Pasó fatigas con la toledana y escuchó un aviso. Le brindó su actuación a la embajadora de Ucrania, ubicada en una barrera de primera fila: ‘Por la paz mundial’, le dijo.
Gerardo Adame, muy voluntarioso, cortó el primer apéndice de la tarde.
En quinto lugar actuó el tlaxcalteca Gerardo Rivera, quien cubrió los tres tercios de manera espectacular para recibir un trofeo, en tanto que los restos de ‘Centenario’ recibieron el premio del arrastre lento.
Cerró plaza José María Hermosillo, con otro de los toros complicados con el que se pegó un arrimón. Desafortunadamente erró con los aceros y todo quedó en una vuelta al ruedo.
La plaza registró floja entrada en tarde fría y con constantes ráfagas de viento.
En este festejo se celebraron los cien años de la fundación de la ganadería de Rancho Seco, que envió un serio encierro, que resultó bueno en términos generales con dos toros de arrastre lento y dos ovacionados en su camino al destazadero.
Al término de la función Diego Sánchez y el ganadero Sergio Hernández González fueron izados a hombros.